Hoy quisiera comenzar a hablarte con un ejemplo como es la pintura "La última cena" de Leonardo Da Vinci, esta pintura comenzó a deteriorarse casi tan pronto como la terminó. Algunas de las causas de eso fue el ambiente en el que estaba, se encontraba en un lugar bajo de la ciudad, propenso a la humedad. También culparon al artista del deterioro de tal pintura, da Vinci no pintó al fresco, y por lo tanto el pigmento no se adhirió adecuadamente a la superficie, y en unos veinte años la pintura comenzó a descascararse.
La pintura tampoco ha recibido el mejor de los cuidados. Durante décadas, no protegieron la pintura del vapor de una cocina cercana ni del humo de las velas del santuario. Es un milagro que la pintura todavía exista. Esto es un tributo a los restauradores de arte. En numerosas ocasiones los expertos han aplicado sus destrezas a La Última Cena. Su devoción ha sido incansable. Centímetro a centímetro, los restauradores de arte imitan las pinceladas del creador, recuperan el color y revelan el genio.
Dios es como un restaurador en nuestras vidas, no importa el tiempo que pase y los errores que cometamos, él nos limpia y nos perdona, nos muestra su amor y nos invita
a caminar junto a él.
Otro ejemplo del que me gustaría hablarte es el de Pedro, quisiera que me acompañaras a los siguientes versículos:
Aquí Dios nos muestra que a pesar de que Pedro lo negó 3 veces, Dios le dio la oportunidad de restaurarlo y perdonarlo las 3 veces, algunas veces sentimos que Dios no nos perdonará, que ya le hemos fallado tanto en algo, que creemos que no lo merecemos, pero déjame decirte que Dios tiene perdón para ti, deja que él restaure tu vida y pueda ayudarte, quisiera que hiciéramos esta oración juntos.
ORACIÓN: Padre, gracias por hablarme este día, gracias por mostrarme otra vez que tu tienes el poder de restaurar mi vida y sanarme de cualquier pecado que yo cometa, gracias por hacerme entender que tu me amas y me perdonas en cualquier momento, dame sabiduría para no olvidar esto, que a pesar de todo estás conmigo y no me soltarás. que siempre mi corazón este lleno de ti y pueda seguirte. En el nombre de Jesús, Amén.
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