Empezaremos contándote la historia de Kayla para que entiendas el mensaje que Dios tiene para ti.
Kayla era una corredora de larga distancia, su desempeño capto la atención de entrenadores y las universidades; establecido marcas, gano títulos estatales, por lo que recibió una beca para la universidad. A Kayla la diagnosticaron a los 15 años con esclerosis múltiple cuando ella se sobrecalentaba su cuerpo, se agudizaban más los síntomas, pero aun así ella quería seguir corriendo, para esto ella necesitaba a su entrenador. El la alentaba para seguir adelante cuando no sentía sus piernas por el esfuerzo, él siempre le decía “tranquila no te voy a soltar, estoy aquí”. Ellos tenían un acuerdo ella corría y el la atrapaba porque si no lo hacia ella terminaba contra un obstáculo, pero nunca choco porque él siempre estuvo ahí con ella.
Así como Kayla y su entrenador tenían un compromiso , Este es el compromiso de Dios con nosotros. Tu meta se está acercando, cada paso, cada latido del corazón, es el clic de un reloj de cuenta regresiva. No importa lo bien que corras esta carrera, no la correrás para siempre; necesitaras ayuda, alguien que te atrape. Jesús ha prometido ser ese alguien, porque nunca te abandonara en tus momentos difíciles. Es su promesa. Y esté es el mensaje de la cruz.
“Acompañame en tu biblia en los siguientes versículos:
Dios no cuenta nuestros pecados en contra nuestra! Más bien, los cuenta contra Cristo. Jesús aceptó voluntariamente la responsabilidad por tus pecados. Y te ofrece generosamente la recompensa de su perfección. Permite que la gracia de Dios se derrame sobre ti como una cascada purificadora, que limpia todos los residuos de culpa y vergüenza. Nada te separa de Dios.
Sigue corriendo la carrera. Y mientras corres, siéntete seguro, un amigo te está esperando en la meta. Cuando la cruces, te atrapará en sus brazos. No te sorprendas si repite lo mismo que dijo entonces: «Todo se ha cumplido»
ORACION : Gracias Dios por la oportunidad de acercarme a ti hoy reconozco el sacrificio que hiciste por mi la cruz, reconozco que he pegado me arrepiento y quiero hoy hacer un compromiso contigo así como tu lo tienes conmigo. En el nombre de Jesús. Amén.
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